Uso de cosméticos innecesarios entre preadolescentes
Fecha de elaboración: octubre 2024
Tanto a través de la consulta de padres, también preocupados, o por comentarios de nuestra vida social, observamos que, en forma creciente, las redes sociales impulsan a “influencers” de la Generación Alfa (menores de 13 años), a dar consejos sobre el inicio precoz de una “rutina” de cuidado de la piel.
Lo que puede parecer obvio para un adulto, que es el evidente interés de comercializar determinado producto a través de sus “videos instructivos”, resulta abrumador o confuso para los niños. Ellos resultan vulnerables, tanto mediante una vistosa presentación: empaques coloridos y brillantes con dibujitos divertidos, denominaciones amistosas (Besties, ”mejor amiga”); como de lo que han visto u oído de sus amigos y del interés en compartir experiencias para “encajar” y evitar la frustración.
La idealización de la imagen influye sobre las tendencias en boga: tal el caso de tener “una piel que luzca como el cristal", la ausencia de imperfecciones, el “aspecto de porcelana”. La mayoría de las imágenes en línea para ese objetivo, están modificadas con la ayuda de la tecnología (photoshop, filtros y maquillaje), y no pueden replicarse en vida real. Son irreales. La normalidad incluye irregularidades, poros e imperfecciones. Y ningún cuidado resulta mágico para borrar estos aspectos.
Nosotros, los dermatólogos, hemos influído respecto del uso de fotoprotectores, y los preadolescentes y adolescentes son más conscientes y están más motivados para su uso, respecto de nuestro pasado.
Asimismo, el uso adecuado de productos de limpieza, podría ser visto como una ventaja, e idealmente limpiadores que respeten el pH ácido de la piel, aptos para pieles sensibles, serían adecuados.
A dichas edades, que dichos productos tengan un efecto anticomedogénico, evitaría la aparición más precoz del acné.
Pero hemos sido relegados a la hora de educar sobre la piel sana y ahora la información, muchas veces errónea o maliciosa, que proviene de los pares, tiene mayor peso a la hora de la elección de los productos.
A cualquier edad, si los productos no cuentan con la autorización de la autoridad sanitaria local, pueden representar un riesgo. Los productos con efecto antiaging suelen contener ácidos exfoliantes como salicílico o alfa o beta hidroxiácidos, retinol o retinoides que pueden ser irritantes para las pieles prebuberales, que de hecho, no los necesitan.
La dermatitis irritativa, que se manifiesta con enrojecimiento y/o descamación con ardor, pueden ser características de esa reacción.
Los productos cosméticos pueden también contener alérgenos como fragancias o conservantes, que causan dermatitis alérgica por contacto (DAC). Antes se pensaba que esto no era frecuente, pero los datos recientes muestran prevalencias de DAC entre los niños, comparables a la de los adultos, y esto probablemente esté relacionado con la exposición a edades cada vez más tempranas. En DAC las manifestaciones pueden extenderse respecto del sitio de contacto con la piel, picar intensamente y requerir estudios para investigar al ofensor.
Además, los productos cosméticos pueden contener sustancias reconocidas como disrruptores endocrinos (DE), lo que significa que pueden imitar, bloquear o interferir con las hormonas del propio cuerpo. Las mismas podrían causar trastornos durante momentos clave del desarrollo. Recientemente se ha expuesto la preocupación por el contenido de ftalatos, que entran en dicha categoría de DE, como ingredientes cosméticos.
En conclusión, tenemos la responsabilidad de escuchar y comprender las necesidades de los preadolescentes, fascinados por la cosmética; y es nuestra misión educarlos a ellos y a sus padres, responsables del financiamiento de las compras que reclaman, acerca de lo minimalista del cuidado de la piel en dichas edades:
Limpieza, fotoprotección y, eventualmente, humectación, si la piel estuviera seca.
Y así, nos posicionarnos para resolver posibles problemas futuros, como acné o rosácea, con respeto a sus preferencias y con el conocimiento profesional más actualizado.
El próximo Congreso Mundial de Dermatología Pediátrica, a realizarse en abril del 2025 en Buenos Aires, nos permitirá aunar estrategias con nuestros colegas de otras latitudes, que comparten esta preocupación por la salud de la piel de los niños.