Lesiones por Presión
Información para pacientes
Fecha de elaboración: 16 de marzo de 2023
Palabras clave: Ćlceras por Presión, Ćlceras por decĆŗbito, Escara
Las lesiones por presión han tenido a lo largo del tiempo distintos nombres: āescarasā, āĆŗlceras de camaā, āĆŗlceras por presiónā, āĆŗlceras por decĆŗbitoā. [1]
Actualmente se ha modificado la forma de llamarlas y se las conoce como lesiones por presión, ya que puede haber una lesión por presión aún con la piel superficial indemne, es decir sin llegar a formarse una úlcera o lastimadura.
Una Ćŗlcera es cuando hay pĆ©rdida o daƱo de las capas de la piel. Ćstas pueden tener distinto grado o gravedad de compromiso, es decir pueden afectar las capas mĆ”s superficiales de la piel; o, si la lesión progresa, pueden llegar hasta la āgrasitaā de la piel y en casos mĆ”s severos comprometer el mĆŗsculo, tendones y hueso. [2]
Si bien las lesiones por presión pueden aparecer en cualquier lugar del cuerpo sometido a presión, fricción o deslizamiento, habitualmente se producen en zonas donde existe una prominencia ósea, es decir donde los huesos son mÔs salientes; por lo que el músculo y la grasa que los cubren son mÔs delgados a dicho nivel. Las zonas mÔs frecuentemente afectadas son la porción baja de la espalda, los talones y los codos.
Se producen cuando los pacientes por diversas circunstancias permanecen en una posición por perĆodos prolongados sin movilizarse, ya sea acostados o sentados en una silla de ruedas. Es importante destacar que estas lesiones pueden presentarse tambiĆ©n asociadas a dispositivos mĆ©dicos como ser tubos de drenaje, mĆ”scaras de respiradores, sondas, etc, que ejerzan una presión constante.
Hay factores asociados al medio ambiente (llamados factores extrĆnsecos) como la presión sostenida en el tiempo (es decir por estar mucho tiempo en la misma posición), el roce, la fricción del cuerpo con las sĆ”banas, la humedad de la zona (por ejemplo al utilizar paƱales que generan humedad) y la piel que puede irritarse ante la exposición al sudor, orina, heces o el propio exudado (secreción o lĆquido que sale de las heridas) de la lesión.
TambiĆ©n existen factores predisponentes propios del paciente (llamados intrĆnsecos) como la edad, el estado nutricional, alguna enfermedad que afecte la inmunidad como la diabetes o que limite la movilidad ya sea por alteración de la motricidad o por afectación de la conciencia (pacientes en coma, sedados o con medicación que altere su conciencia y capacidad de moverse). Otro factor implicado es la calidad de la piel. Si el paciente presenta una enfermedad preexistente como por ejemplo una dermatitis del paƱal (irritación en el Ć”rea del paƱal) o una alergia, esto va a favorecer la aparición de una lesión por presión.
Principalmente en zonas de apoyo como la región sacra (parte baja de la columna), los talones, los trocĆ”nteres (porción saliente en la parte superior del hueso fĆ©mur que es el hueso del muslo que articula con la cadera āpelvisā), en los maleolos (que son la zona saliente de los tobillos).



*ImƔgenes correspondientes a PriCUPP [2]
No, por eso es importante poder identificarlas. Como la mayorĆa de las enfermedades en medicina, las Ćŗlceras por presión tienen grados de severidad. En las lesiones mĆ”s leves se observa un pequeƱo enrojecimiento de la piel pero persistente (es decir un enrojecimiento que dura mĆ”s de 30 minutos). Cuando el cuadro empeora se pueden comprometer las capas superficiales de la piel, y en casos mĆ”s severos y avanzados pueden verse afectado mĆŗsculos, tendones y huesos subyacentes.
Hay que estar atentos y evaluar la piel diariamente. Detectar un enrojecimiento en la piel y dolor en el punto de apoyo, son los signos tempranos que nos hablan de una lesión por presión, aun sin herida evidente . Si se realiza un diagnóstico y tratamiento en esta etapa, con la liberación adecuada de la presión sostenida en la zona podemos evitar que la lesión progrese o empeore. [2]
En el tratamiento de las lesiones por presión estÔn involucrados médicos de varias especialidades, enfermeros, kinesiólogos (para ayudar con la movilidad y rehabilitación del paciente) y nutricionistas (quienes cumplen un rol importante en la evaluación del estado nutricional del paciente, ya que un paciente mal nutrido tiene mayor riesgo de padecer una lesión por presión afectando la calidad y velocidad de la cicatrización de las heridas).
Dentro del equipo de mĆ©dicos intervenimos los dermatólogos: quienes trabajamos sobre el cuidado de la herida y tambiĆ©n de los factores que estĆ©n afectando la piel que rodea la lesión como por ejemplo una dermatitis. En ciertas circunstancias intervienen los cirujanos ya que puede requerirse una toilette o limpieza quirĆŗrgica o realizar cirugĆas mĆ”s complejas para cubrir las lesiones. En todos los casos es indispensable un mĆ©dico clĆnico o de familia que controle la medicación y el estado general del paciente, y convoque a mĆ©dicos fisiatras, mĆ©dicos del dolor y al equipo de internación domiciliaria si hubiera o fuera necesario.
Cambios posicionales
Lo primero y principal que hay que tener en cuenta es intentar controlar los factores que ocasionaron estas lesiones. Como sabemos y su nombre lo indica, la piedra angular del tratamiento es intentar eliminar y/o aliviar la presión. Por lo tanto es fundamental realizar cambios o rotaciones de los puntos de apoyo en pacientes en cama o sillas por largos perĆodos. Lo ideal es rotar a las personas en cama cada 2-3 horas y a las personas sentadas con mayor frecuencia (1 hora). En caso de necesitar movilizar a la persona, no arrastrarla sino ayudarse con una sĆ”bana o hacerlo rodar. [3]
Movilización
Se debe garantizar una movilización adecuada para evitar rigideces articulares, actividad fĆsica en caso de poder o movilizaciones pasivas si el paciente no es independiente.
Evaluación y cuidado diario de la piel
- Observar todos los dĆas la piel.
- Utilizar jabones cremosos para el baƱo, secar bien, evitar productos irritantes como antisƩpticos.
- Hidratar la piel en su justa medida con cremas.
- Evitar el masaje en zonas enrojecidas.
- Utilizar ropa de cama y vestimenta suave, preferentemente de algodón, y evitar que se formen arrugas y pliegues.
- Evitar colonias o perfumes con alcohol sobre la piel.
- En caso de que el paciente utilice paƱal se recomienda el cambio frecuente y evitar el uso del doble paƱal.
- Verificar que no haya objetos en la cama y/ o la silla que puedan lesionar la piel.
Superficies de apoyo
Utilizar colchones adecuados, como colchones de aire alternante, almohadones viscoelÔsticos, taloneras según el riesgo y situación de cada paciente.
En caso de que la lesión sea por un dispositivo médico intentar colocar productos o apósitos que disminuyan el contacto o la presión en la zona.
En cuanto a la distribución de la presión desde el grupo de trabajo desaconsejamos el uso de āarosā o āroscasā, ya que alivian la presión a nivel del centro pero aumentan la presión en la periferia y por lo tanto esto puede generar lesiones en dicho sector. [4]


Alimentación
Dieta rica y variada, evitar desnutrición y deshidratación. En caso de ser necesario el médico/nutricionista le indicarÔ suplementos.
Factores externos
Intentar que la habitación posea temperatura y humedad adecuada, ventilación e iluminación.
Tratamiento del dolor
Punto importante para mejorar la calidad de vida y mejorar la cicatrización.
Cuidados locales de la herida
El cuidado de las heridas debe ser indicado y supervisado por un profesional de la salud capacitado en este tema. Acorde a cada herida se indicarÔ un producto adecuado. En algunas circunstancias se requerirÔ de un tratamiento de mayor complejidad como por ejemplo sistema de presión negativa, limpiezas quirúrgicas, etc. [5]
Concurrir al mƩdico
En las lesiones por presión es importante que el paciente concurra al médico para el adecuado diagnóstico y seguimiento de la herida. En aquellos pacientes que se encuentran en seguimiento, en caso de presentar cambios en la situación del paciente como aumento del tamaño de la lesión, fiebre, mayor secreción, olor desagradable, cambio de la coloración, no dude en consultar antes a su médico o concurrir a una guardia.
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Referencias bibliogrƔficas
- Torra-Bou Joan Enric, VerdĆŗ-Soriano JosĆ©, Sarabia-Lavin Raquel, Paras-Bravo Paula, Soldevilla-Ćgreda J. Javier, López-Casanova Pablo et al . Una contribución al conocimiento del contexto histórico de las Ćŗlceras por presión. Gerokomos [Internet]. 2017 [citado 2023 Ene 09] ; 28( 3 ): 151-157. Disponible en: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1134-928X2017000300151&lng=es.
- Primer Consenso de Ćlceras por Presión (PriCUPP). Bases para la implementación de un Programa de prevención, diagnóstico y tratamiento de las Ćlceras por Presión. Coordinadores: Acad. Fortunato Benaim y Acad. Jorge Neira. Academia Nacional de Medicina de Buenos Aires. 2017. ISBN 978-950-629-022-1
- Moore ZEH, Cowman S. Repositioning for treating pressure ulcers. In: Moore ZEH, editor. Cochrane Database of Systematic Reviews [Internet]. Chichester, UK: John Wiley & Sons, Ltd; 2008. Available from: https://doi.wiley.com/10.1002/14651858.CD006898
- McInnes E, Dumville JC, Jammali-Blasi A, Bell-Syer SE. Support surfaces for treating pressure ulcers. Cochrane Database Syst Rev. 2011 Dec 7;(12):CD009490.
- Westby MJ, Dumville JC, Soares MO, Stubbs N, Norman G, Foley CN. Dressings and topical agents for treating pressure ulcers. In: Westby MJ, editor. Cochrane Database of Systematic Reviews [Internet]. Chichester, UK: John Wiley & Sons, Ltd; 2015. Available from: https://doi.wiley.com/10.1002/14651858.CD011947