Es un tratamiento que consiste en exponer la piel a la radiación ultravioleta artificial mediante un aparato, provocando principalmente una acción antiinflamatoria.

Es efectiva en diversas enfermedades de la piel como la psoriasis, vitíligo, dermatitis atópica, micosis fungoides, entre otras. En general se indica cuando compromete grandes zonas de la piel, donde los tratamientos locales son insuficientes.

Existen diferentes tipos de radiación ultravioleta (UV): UVB y UVA.

En la parte superior de la imagen se muestra el espectro de radiación solar, compuesto por luz infrarroja (IR), visible y ultravioleta (UV). En la parte inferior se esquematizan las capas de la piel y se representa la capacidad de penetración de los diferentes tipos de rayos (flechas).

Esta última requiere de la previa administración oral de un comprimido (psoraleno) que vuelve a la piel más sensible a la luz, que luego se expone a la radiación ultravioleta A, a ese tratamiento se lo denomina PUVA (P: psoraleno, UVA :ultravioleta A). El UVB no requiere la ingesta previa de ningún medicamento. En general el UVB de banda angosta (311-313 nm) es el más utilizado en vitiligo y psoriasis tanto en niños como en adultos. El tratamiento de fototerapia puede ser localizado, parcial o total, según el compromiso de la piel por la enfermedad a tratar.

Generalmente se realizan 3 veces por semana, el dermatólogo programa un esquema de tratamiento para el paciente según el tipo de piel, la enfermedad a tratar y su extensión, progresando la dosis paulatinamente. La duración del tratamiento varía según la enfermedad a tratar y la respuesta del paciente.
La fototerapia se puede combinar con otros tratamientos en caso que sea necesario.

Puede producir efectos similares a los que genera la exposición al sol.

A veces la piel se puede enrojecer con sensación de ardor o quemazón. Puede producir un oscurecimiento de la piel similar al bronceado, sequedad cutánea. Con el tiempo puede ocasionar manchas y arrugas (fotoenvejecimiento). El riesgo de aparición de cáncer de piel, depende el tipo de fototerapia y de la cantidad de sesiones recibidas durante la vida del paciente, siendo menos frecuente con UVB de banda angosta que con PUVA Es importante el control estricto de este tratamiento con médicos dermatólogos que controlen la piel previo a su inicio, durante y después de finalizado el mismo y alertar a los pacientes que ante la aparición de cualquier lesión o síntomas debe consultar a su médico tratante para ser evaluado oportunamente.

Siempre consultar con su dermatólogo sobre que tratamiento es el más adecuado para su enfermedad y cumplir con las indicaciones durante y después del tratamiento.